jueves, 25 de julio de 2013

Oración


Inmensidad que todo lo ha cubierto,
cuna de la vida.
Portentoso padre de las aguas,
infinidad de veces te he pedido
que ahuyentes de mi tales tormentos.

A tus orillas me postro resignada
esperando el embate de tu fuerza.
Reclamo que me arranques esta angustia,
llévame de los horrores que me atrapan.

 Dolorosos impulsos me dominan
imperiosos instintos me reclaman,
que con sutil destreza manipulan
mi pobre voluntad debilitada.

En el marino fondo, tu guarida, 
destino de las vidas gastadas,
entre peces de colores, reposarán 
mi culpa, con tus perlas y mis lágrimas.


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