No me mires con deseo,
que yo sólo se mirarte, con amor
de trece años y pudor,
de querer dar lo que siento,
y no haber sentido antes
ni por fuera ni por dentro.
Tu eres hombre de experiencia
y a mi el miedo me atenaza,
cólma de besos y acalla
el temor, que me bloquea,
de prender como una vela
y consumirme de ansia.
Quiero verter como fuente
la pasión aprisionada,
que en mi interior me atenaza,
y en tu cuerpo derramarme,
mansa o brava,
espléndida, nueva y clara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario