miércoles, 7 de agosto de 2013

Oscuridad












El atardecer reduce a cenizas mi entorno.
La oscuridad total, siembra dentro de mi un temor ancestral.
Extiendo mi oído, torpe, como una mano, a tientas.
El silencio es atronador, el estruendo de los roces mas pequeños,
sobresaltan mis tensos gestos.
Mi imaginación hace el resto y me hace sentir que un vacío enorme me rodea.
Palpo, hasta donde alcanzo y no hallo obstáculo o asidero.
¡Estoy perdida!,  pienso, solo me queda el suelo.
A gatas, centímetro a centímetro, voy arrastrándome sin rumbo.
¡No lo soporto!
El terror se apodera de mi. 
Desorientada, tengo la sensación de avanzar en círculos 
El palpitar de mis oídos no me deja escuchar la revolución
que se desencadena en mi vientre. 
El sudor,  que hasta ahora era moderado,
empieza a resbalar en gotas gruesas por mi cara y comienza a humedecer mi pelo.
Me rindo a la evidencia y paro de buscar. 
¡Estoy perdida!, pienso, solo me queda esperar. 

Esperar que vuelva tu luz.











No hay comentarios:

Publicar un comentario