sábado, 3 de agosto de 2013

Alquimista



                       





La humedad que desprende tu beso 
desdibuja el aire de la estancia.

Nos atrapan la tenue brisa de caricias
y el vendaval del deseo.

Nuestros cuerpos aprendieron
la geografía del otro,
y buscan incansables 
los montes y los mares.

En un solo ente transformados,
vivimos la comunión de las almas
y quedan atrás por un momento
la realidad y los sueños.

Nos reflejamos, el uno en el otro,
y en la mas cristalina de las aguas.

Mi corazón transmutas
con artes de alquimista.









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