martes, 6 de agosto de 2013

Por qué?
















Por que? 
No tengo las respuestas. 
Tengo un corazón palpitante que se derrite al ritmo de tus pestañas morenas.
La frágil aurora, muta mientras te miro y no te veo.
Porque no te veo, pero te miro...
Y de tanto mirarte el mundo es de tu color, de tu olor y de tu forma.
El perezoso sol, debe estar adornando la curva de tu cuello.
Y mis manos, retorcidas por el dolor de tu ausencia, 
hacen sombras chinas en la vaguedad de la nada.











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