Vastas salas con olor afilado
esconden fracturas del deseo,
todo se torna convulso,
montaña rusa para pasear los sueños.
Mágica mecedora que paraliza el recelo,
te entrega a la pasión salvaje
y no avanzas, te entretiene
en el vaivén del autoengaño y del anhelo.
Brillantes luces te atrapan
la intención se interpone en el alma.
Sortilegios de hechiceros del recreo,
que hipnotizan tu moneda
y te exprimen por afuera y por adentro.
Imagen de la red
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