El rincón de los besos existe, esta en la cocina, entre la nevera y el lavavajillas, justo enfrente del microondas. Supongo que tanta electropolución provoca en nosotros mucha ternura.
viernes, 16 de agosto de 2013
El duelo
Tus ojos manchados de amarillo,
se humedecían levemente
y mantenías la mirada,
en un reto de sentimientos.
A espada o a pistola
no hubiera sido más un duelo.
Cuantas cosas nos decíamos
en aquellos embates,
sin una sola palabra,
sintiendo al otro tan cerca.
Tantas cosas dolorosas
pasaron a un segundo plano,
durante aquellas miradas
que acababan en una sonrisa.
Tus ojos tristes se recomponían
y miraban al vacío por un instante,
luego volvías a mi y yo
te decía -te quiero-.
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